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AIREMAR
Amor por la más tradicional gastronomía murciana y apuesta decidida por el chato murciano
Los hermanos Enrique, Antonio y Juan Martínez Antolinos abrieron el 18 de marzo de 1973 la popularísima Venta ‘Tres Hermanos’ en la carretera de San Javier, en Baños y Mendigo, donde elaboraban excelentes embutidos y panes artesanos. La unión llegó hasta el año 2002 en la que Enrique se quedó con la Venta, Antonio con el negocio familiar de agricultura y ganadería y Juan con la gasolinera para posteriormente abrir el ‘Mesón Dos Hermanos’ (en honor a sus hijos Juan Francisco y Loli), junto a la gasolinera, germen de lo que hoy es la actual venta, restaurante y salón de celebraciones Airemar.
La pasión de Juan por el chato murciano hizo que en 1997 adquiriese los primeros ejemplares de esta raza de cerdo autóctona de la Región de Murcia, que estuvo a punto de desaparecer hacia los años sesenta. Más adelante, en 2005, fue cuando construyó su modélica explotación ganadera de chato murciano (que en la actualidad cuenta con 60 madres reproductoras y más de 400 chatos murcianos) y, tres años más tarde, en 2008, concretamente en el mes de octubre, abrió sus puertas por primera vez el espectacular espacio hostelero y de restauración Airemar.

Airemar está dotado de unas espectaculares instalaciones de más de 1.600 metros cuadrados con tienda, fábrica de jamones y embutidos, bar, restaurante, salones de celebraciones y eventos y donde el chato murciano es sin duda alguna la estrella de su gastronomía.

Ayudan desde entonces a Juan Martínez Antolinos, sus hijos Juan Francisco y Loli y su mujer Francisca Saura al frente de la cocina, con la ayuda de una plantilla de más de 40 profesionales de la hostelería, el embutido y el despiece de carne.

Nada más acceder a las instalaciones nos encontramos con el gran espacio que ocupa la venta, una espectacular tienda, con unas gigantescas vitrinas repletas de excelentes despieces de carnes y todos los productos elaborados con las marcas Airemar y Los Tarquinos, decenas de jamones, embutidos de chato o ibérico, vinos, repostería tradicional y todo tipo de productos gourmet.

El bar cuenta con una espectacular barra de más de veinte metros, repleta de tapas, donde nunca faltará una paellera con algún tipo de arroz o un gran caldero de migas si el día ha amanecido nublado.

El comedor, donde sirven los menús del día (una ensalada, un primer plato a elegir entre cinco posibilidades y un segundo entre otros cinco, donde no faltarán al menos dos guisos de cuchara, pan, bebida, postre y café, sólo nos costará 10 euros) cuenta con capacidad para 60 comensales. Elaboran menús para grupos desde 20 o 22 euros.

Cuentan también con seis amplios salones modulares en los que pueden atender hasta a cuatrocientas personas en eventos y celebraciones de todo tipo.

Ni que decir tiene que el gran protagonista de su espectacular oferta gastronómica son las elaboraciones a partir de su producto estrella, el chato murciano, pluma, secreto, solomillo o su delicioso churrasco. Pero también cuentan con otras excelentes carnes de ternera gallega, solomillo, chuletón y entrecot; chuletón o cotê de vaca gallega, buey del Valle del Esla, Carvery, cordero, pierna y paletilla de cabrito al horno, costillas de cabrito a la brasa con ajos tiernos, codillo en salsa o asado de cordero, o cochinillo al horno y lechazos. Además de chapinas y pollo, o conejo, a la brasa con patatas al ajo cabañil.

Su carta cuenta con una gran variedad de entrantes y aperitivos de todo tipo pero no debemos dejar de pedir un plato variado de jamón y todo tipo de embutidos de chato murciano para ir haciendo boca y continuar después con hueva de mújol, mojama y almendras. Queso fresco aliñado, queso curado o una completa tabla de quesos tampoco es una mala opción para el comienzo. Los langostinos con salsa rosa completan su listado de entrante fríos. Entre sus entrantes calientes destacan la fajita de calabacín, el calamar a la plancha o a la romana, sepia a la plancha, almejas a la marinera o a la plancha al ajillo, el pulpo al horno al estilo tradicional murciano, gambas a al ajillo, mejillones al vapor o gamba roja y gamba blanca a la plancha.

Fotogalería de algunos de los platos de AIREMAR

Además de tomate partido con aceitunas y bonito, preparan otros cinco tipos de ensaladas así como carpaccio de salmón y bacalao, de buey con parmesano o de lomo de chato murciano. También cuentan con media docena de platos de revueltos y verduras y hasta ocho tipos de sopas donde no faltará el caldo con pelotas o el guiso de pavo con pelotas.

Elaboran todo tipo de arroces: de costillejas y magra de chato, de pollo, de marisco, marisco y pollo, conejo o conejo y caracoles, arroz a banda, arroz con bogavante, arroz negro, caldero, de verduras o su especial arroz meloso de carrillera de chato murciano.

Entre sus pescados cuentan con lubina, dorada, salmón, rodaballo, gallo pedro, merluza y emperador. También elaboran una riquísima zarzuela de pescado y marisco.

Y su gran oferta de postres caseros incluye tarta de queso, tarta de chocolate o de café de la abuela, tiramisú, tocino de cielo, pan de calatrava, flan de huevo o de café, natillas, arroz con leche, mousse de tres chocolates, torrijas, paparajotes, matasuegras (una especie de galletas fritas con coco), flores y tortas fritas y una deliciosa leche frita con helado de turrón.

Fotogalería de las instalaciones de AIREMAR

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