VIII Festival del Marisco Gallego en Athabasca de Torre Pacheco

Cada comensal puede elaborar su propio menú al gusto ya que lo presentan en raciones a precios mucho más que ajustados. Así podremos encontrar pimiento de Padrón, por 2,90 euros; mejillones al vapor (5,80 euros); berberechos gallegos (8,20 euros); Ostras (5 unidades 7,80 euros); almeja gallega al ajillo (9,90 euros), navajas al vapor (7,80 euros); zamburiñas al vapor (8,80 euros); nécoras (2 unidades 14,90 euros); langosta con salsa rosa (11,50 euros la unidad de 200 grs apróx.); buey de mar (19,95 euros); percebes gallegos (22,50 euros); pulpo a la gallega con cachelos (9,95 euros) y mariscada con buey de mar, nécora, gamba blanca y langostinos por 46 euros.

Pero si no llegamos a tiempo de participar en las jornadas hasta el día 8 de abril no debemos dejar de acercarnos a Athabasca el lunes 9 pues todo el marisco tendrá un precio especial con descuento del 50% hasta fin de existencias.

El restaurante Athabasca, fundado en 1979 por Diego Pedreño Martínez, padre de los actuales propietarios (los hermanos Julián Pedro, Diego y José Ángel Pedreño Fernández-Henarejos) debe su nombre al glaciar Athabasca de las Montañas Rocosas de Canadá, en el Parque Nacional Jasper y muy próximo al de Banff, en la provincia de Alberta y el anagrama del restaurante representa una cabeza de búfalo.

Cuando accedemos al espacioso local, reformado y ampliado en varias ocasiones, (la última reforma fue hace dos años y anteriormente ampliaron el salón de celebraciones y la zona de cocinas) encontramos la gigantesca barra repleta de apetitosas tapas y la zona de comedor para los menús diarios. Una vitrina repleta de pescados y mariscos da paso a los diferentes salones interiores con capacidad para 20, 70 o 150 comensales. La moderna decoración del local, con paredes de madera repletas de agujeros de distintos tamaños, modernas pinturas, vidrieras con motivos gastronómicos y el techo en forma de tejados de listones de madera, completan la decoración del establecimiento que cuenta también con un espacioso patio ajardinado con mesas barriles y taburetes para tapear y zona infantil de juegos. Cuentan también con bodega personal y una gran cava de vinos a la vista del público en uno de sus salones interiores.

Ayudan a los hermanos Pedreño, Josefa Silvia, mujer de Julián y un equipo de media docena de profesionales de la hostelería.

Según Julián Pedreño la cocina de Athabasca es “una cocina de mercado con predominio del producto de nuestra agricultura y nuestra huerta; carnes del campo de Cartagena como el cabrito y la oveja murciana, terneras añojas hembras de la zona, cordero segureño y pescados de los mercados de Cartagena, Águilas, Mazarrón y San Pedro del Pinatar”. Para ellos los pilares de la gastronomía de la Región de Murcia que nunca deben ir separados“se basan en el turismo y la agricultura”, por eso sus elaboraciones son sencillas “procurando conservar el sabor de los mejores productos murcianos”, asegura. Del mismo modo, afirman estar muy concienciados con el problema de la falta de agua en Murcia.

Al cabo del año, además de las del marisco gallego organizan diferentes jornadas gastronómicas como la quincena de la alcachofa, a finales de noviembre o primeros de diciembre (son restaurante recomendado por Alcachofas de España) o las jornadas del melón de Torre Pacheco que celebran a últimos de junio o primeros de julio.

Además de los mariscos, los platos estrella de Athabasca son las carnes como el solomillo de foie con reducción de Pedro Ximénez, la pierna de cabrito, las manitas de cerdo y en pescados, el bacalao con habitas o los espectaculares salmonetes a la sal o un sabrosísimo gallo pedro.

Cuentan con menú del día en la cafetería que incluye dos platos a elegir, ensalada, pan postre y una bebida por 10 euros, también ofrecen la posibilidad de elegir medio menú por 8 euros. El menú del martes que visitamos Athabasca incluía de primer plato arroz blanco salteado o lentejas con verduras, de segundo cerdo a la murciana con patatas o calamares a la romana con patatas y de postre, a alegir entre arroz con leche, flan de huevo caramelizado, helado de tarta contessa o frutas como naranja, kiwi, plátanos o manzana.

El restaurante cuenta con una amplia carta que incluye a diario gamba roja y gamba blanca a la plancha, cigalas cocidas o almejas reales gallegas así como raciones de jamón ibérico de bellota, surtido de salados, hueva de mújol, de maruca y mojama y anchoas del Cantábrico.

Entre sus ensaladas cuentan con la de tataki de salmón con aguacate, la de la casa Mediterránea, la de otoño con frutos rojos, el aguacate con gambas, tomate de temporada con perdices de huerta y gazpacho andaluz.

Platos calientes como el crujiente de boletus con salsa PX, pimientos de piquillo rellenos, alcachofas rellenas de langostinos y setas, sopa de pollo, panaché de verduras de temporada, revuelto de la casa, cazuela de gambas al ajillo o tortilla de sesos. Entre sus entremeses ofrecen pastel templado de cabracho, alcachofas en tempura con miel de caña, croquetas de carabinero o de jamón ibérico, patatas bravas al estilo madrileño, caballitos y calamar a la plancha con salsa verde.

Por encargo, hacen arroces de bogavante, de caldero del Mar Menor, de marisco y pescado de señorito de verduras y de marisco y pescado.

Entre sus carnes cuentan con manitas de cerdo a la riojana, chuletas de cabrito con ajos tiernos y pimientos, pierna de cabrito a la pachequera, muslo de pato de Soria al horno, solomillo de ternera al foie o a la plancha, costillas de cordero a la plancha.

Elaboran postres caseros entre los que encontramos milhoja de crema, tocino de cielo, torrija con helado de turrón, arrope y calabazate, coulant con helado de vainilla, pan de Calatrava, Biscuit de almendra con chocolate templado, arrope y calabazate con helado de vainilla, arroz con leche y flan de caramelo así como helados de turrón de Jijona, de vainilla, sorbete de limón con vodka, tarta de güisqui o tarta Contessa. Entre sus frutas nunca faltará el melón de Torre Pacheco.

Cuentan también con una amplísima carta de vinos con especial dedicación a los vinos de Jumilla, Yecla y Bullas pero también podemos encontrar excelentes vinos de Extremadura, de Rueda, del Penedés, de Somontaño, Rioja, Ribera de Duero, Rías Baixas, de Navarra y vinos de aguja, cavas y champagnes.

En su bodega particular cuentan con excelentes reservas o coñacs como el Monteduque Solera de los años cuarenta de bodegas P. Garre de torre Pacheco.