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La Maíta: Tapas, Sushi & Copas

Cocina viajera de fusión con sabor y carácter, de la mano de Tomás Écija
El restaurante está construido en la zona que ocupaba la Alcazaba de Molina de Segura, un amurallamiento árabe del siglo XII, lugar donde estuvo la casa de La Maíta, una ‘sanahuesos’ muy conocida en toda la Región.

Datos de interés

Dirección

C/. Castillo, 18. Molina de Segura. Murcia.

Horario

De 13 a 2 h. de miércoles a domingo.

Precio

Media por persona 35/45 euros. Menú corto: 38 euros. Menú Premium: 63 euros.

Teléfono de contacto

968 973 607

Hasta finales de los años ochenta, el espectacular espacio que hoy ocupa el restaurante La Maíta era el lugar donde vivía una muy popular ‘sanahuesos’ (no le gustaba que la llamasen curandera) quien fue muy conocida en toda la Región por sus habilidades para sanar afecciones óseas y musculares y eran muchos los murcianos que acudían a su casa en busca de un remedio para sus males.
La casa de La Maíta, lugar que hoy ocupa el restaurante, estaba construida entre los restos de la antigua Alcazaba de Molina, un amurallamiento árabe del siglo XVII que también cuenta con los restos de un aljibe del siglo XVI, un lugar mágico sin duda y rodeado de leyendas, en un entorno morisco, desde donde se puede contemplar gran parte de Molina y sus alrededores. Cuenta la leyenda que un túnel comunicaba La Maíta con la Casa del Moro.

Este mágico lugar es el lugar que eligieron los hermanos Tomás y Juan Pedro Écija y Cundi Sánchez para instalar su espectacular espacio gastronómico La Maíta que abrió sus puertas por primera vez el 10 de septiembre de 2013. El resto del equipo de la Maíta lo conforman Rubén y José en sala y Ana, Ismael y Ari en la cocina. Tomás y su mujer, Cundi regentan también el aplaudido restaurante El Albero en Ceutí, además del Servicio de Catering El Albero.

La moderna construcción, a base de acero corten y cristal, del restaurante lo convierte en un auténtico mirador, construido sobre la historia de Molina de Segura, donde podremos degustar una espectacular cocina viajera, –como la define Tomás Écija– con carácter, sabores, matices y texturas que nos sorprenderán.

Cuando subimos la cuesta de la calle Castillo hasta la antigua alcazaba encontraremos cuatro espacios, dos interiores con capacidad para doce comensales en la parte inferior y una treintena en el acristalado piso superior. En la zona de terraza también encontramos dos zonas, la principal con capacidad para unos 50 comensales y la torre para 12.

Además de la cocina, casi a la vista, de la planta baja, cuentan con otra cocina en la zona superior que Tomás utiliza como zona de I+D para sus nuevas producciones culinarias. Puntualmente acogen actividades gastronómicas de todo tipo, como catas y maridajes, cenas a dos manos o ronqueo de atún y cada noche, tras las cenas, La Maíta se convierte en un privilegiado local donde disfrutar de excelentes copas y cócteles.

Tomás Écija es un enamorado de la cocina japonesa y, tras su formación en cocina de corte francés, siempre persigue en sus platos la fusión de sabores; así no será difícil encontrarnos con platos como el pez mantequilla con sobrasada de chato murciano o la espectacular chuleta de atún parpatana con una salsa de chato reducida durante dos días de cocción.

Además de una completísima carta, cuentan con dos menús, uno corto por 38 euros y el menú Premium por 63 euros que incluye una veintena de bocados con texturas y sabores atrevidos que Tomás ha presentado en diferentes eventos gastronómicos. Menús que cambian anualmente y a los que incorpora seis bocados nuevos por temporada. Los soportes para los platos derrochan imaginación y lo mismo podemos encontrar un auténtico cuerno de toro sobre el que sirven el sashimi de pez toro o trampantojos de guijarros de piedra que no son más que bombones de foie y queso camuflados entre auténticas piedras. Ambos menús incluyen la bebida.

 

El amplio menú que :Pomarus pudo disfrutar

El amplio menú que :Pomarus pudo disfrutar en su visita a La Maíta incluyó: snack crujiente de piel de salmón con esferificaciones de pimiento asado con caballa; snack de arroz con cremoso de tomate seco y crujiente de alcaparra; bombones de foie y queso, trampantojo con forma de guijarros; versión de la hueva con almendras; tomate emulsionado, sardina braseada, encurtidos y tierra de soja; ostra con falso caviar de pomelo y granizado de ponzú, Nueva Versión del Mar Menor, con carpaccio de gamba y caballito de algas; Del mar a su mesa, sam de salmón picante, con sus huevas y endivia; pez mantequilla fundido con sobrasada de chato murciano y hoja de albahaca; ceviche de dorada con helado de cilantro y limón; sashimi de toro, tartar de lomo de atún picante y helado de kinchi; vieira gratinada picantona, niguiri Arauz, panceta ibérica y huevo de codorniz, versión de los chipirones en su tinta, guiso de cresta de gallo con molleja y la piel crujiente de sus patas; chuleta de atún parpatana con salsa de chato murciano y de postre un trampantojo de fresón de crema de queso con chocolate.

Tomás Écija, junto a su mujer Cundi, han recibido multitud de premios y distinciones como los premios de cocina de Jecomur, el Ismael Galiana, Club Murcia Gourmet o el Crea-Murcia. Cundi fue también finalista del concurso Cocinero del Año. El Albero es restaurante recomendado por las guías Michelín y Repsol desde 2013 y La Maíta, desde 2016.

Fotogalería de platos e instalaciones de La Maíta, Tapas, Sushi & Copas

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