Lunes, 5 de mayo de 2025

La Cabaña Buenavista y el IMIDA inauguran el primer laboratorio vivo agro-gastronómico de la Región: LIVING LAB

El nuevo laboratorio vivo permite a los comensales descubrir el origen de los productos en plena experiencia gastronómica

El chef Pablo González y el IMIDA han inaugurado el primer laboratorio vivo agro-gastronómico de Murcia. Un proyecto pionero que recupera variedades tradicionales y permite degustarlas en el restaurante La Cabaña Buenavista. Los asistentes disfrutaron de elaboraciones sorprendentes y destacaron la autenticidad de los sabores, celebrando la originalidad de esta propuesta que une ciencia, cocina y sostenibilidad.

La Región de Murcia ya tiene su primer laboratorio vivo agro-gastronómico y lo firma nada menos que Pablo González Conejero. El reconocido chef, que lidera La Cabaña Buenavista con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, ha inaugurado junto al Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA) y la Consejería de Agricultura, un proyecto único en la Región que une agricultura, ciencia y alta cocina.

Durante el acto de inauguración, celebrado en las propias instalaciones del restaurante en El Palmar, los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar varias elaboraciones creadas por el propio chef a partir de productos cultivados en este nuevo espacio. Platos que, además de estar llenos de técnica y creatividad, sorprendieron por los sabores auténticos, puros y profundamente murcianos.

“¡Qué sabor más intenso!”, “Esto no lo había probado nunca” o “Esto sabe a lo que comíamos antes en casa” fueron algunos de los comentarios más repetidos entre los asistentes, que quedaron encantados con esta innovadora forma de acercar el producto al comensal. Muchos coincidieron en que este evento suponía una auténtica novedad gastronómica, tanto por su planteamiento como por la experiencia vivida.

Este ‘living lab’ agro-gastronómico no es un invernadero cualquiera. Se trata de un espacio de cristal de última generación, dotado con tecnología avanzada para controlar el ambiente de cultivo. En él, se están recuperando variedades locales como la espinaca del Olivarejo, el garbanzo negro, el pimiento morro de vaca o el tomate de La Arboleja. También se incluyen hierbas silvestres como oruga, romero o collejas, todas seleccionadas por su valor culinario.

El proyecto busca recuperar estas variedades del Banco de Germoplasma del IMIDA (BAGERIM), revalorizarlas y trasladarlas directamente al plato del comensal. Y lo hace con un enfoque innovador: los clientes del restaurante pueden ver con sus propios ojos los productos que van a degustar, conocer su historia, sus peculiaridades y su potencial gastronómico.

Además del laboratorio, el proyecto contempla actividades como talleres con agricultores, showcookings, formación en cocina sostenible y material divulgativo para sensibilizar sobre la importancia de conservar y consumir productos locales. Todo ello enmarcado en la estrategia europea ‘De la granja a la mesa’, que promueve sistemas alimentarios sostenibles.

Pablo González lleva años colaborando con el IMIDA, incorporando productos tradicionales murcianos en sus menús. Variedades como la calabaza bonetera o el melón Flor de Murcia han protagonizado algunos de sus platos en congresos como Madrid Fusión. La emblemática ensalada de plantas silvestres murcianas, la conocida ‘ensalá buscá’, ha sido otro de los guiños del chef a la tradición regional.

Durante el acto, la consejera Sara Rubira destacó que este espacio “será un laboratorio de pruebas reales, un punto de encuentro entre tradición e innovación”, y añadió que permitirá “crear platos con variedades que ni siquiera están ya en el mercado, recuperando sabores, texturas y colores únicos”.

Pablo González, por su parte, mostró su entusiasmo y compromiso: “Queremos que este proyecto sirva para impulsar nuestra gastronomía, conectar con nuestras raíces y dar visibilidad a nuestros productos más auténticos. Recuperar lo nuestro es apostar por un futuro más sostenible y más nuestro”.

La Cabaña Buenavista y el IMIDA firman así una apuesta valiente y necesaria, que coloca a Murcia en la vanguardia de la gastronomía circular, y que convierte cada bocado en una oportunidad para redescubrir la tierra.

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