#PonteRojoDeGusto. Viernes, 8 de marzo de 2019

Espectacular captura de atún rojo de Ricardo Fuentes e Hijos en El Gorguel

El especimen llegó a pesar 323 kg y se utilizó en el ronqueo y posterior menú degustación en el restaurante Eszencia, en El Batel, Cartagena

Escoltando al atún rojo de 323 kg de Ricardo Fuentes e Hijos están Pablo Martínez, chef del Restaurante Eszencia (Izqda.), y José María Donate, director de márketing de RFeH (Dcha.)

Dentro de las Jornadas Gastronómicas Atún Rojo que se celebraron del 5 al 10 de marzo en el restaurante Eszencia, en la planta superior del Auditorio El Batel, en Cartagena, está programado un ronqueo el último día de estas jornadas, el domingo día 10, previo al almuerzo degustación elaborado por cuatro conocidos cocineros de la Región de Murcia.

Para ello, la captura del atún rojo que sería el protagonista de este ronqueo se realizó el viernes anterior, el día 8, por la mañana, en las jaulas gigantescas de atún rojo que la empresa Ricardo Fuentes e Hijos tiene en El Gorguel, a escasas 8 millas por la costa en dirección Cabo de Palos.

Para ello nos embarcamos José María Donate, director de márketing de Ricardo fuentes e Hijos; Pablo Martínez, chef del Restaurante Eszencia en El Batel; el capitán del barco (por supuesto), José Vilanova, y Antonio Fernández, director de la Revista Gastronómica POMARUS, en un barco Rodman 1250 llamado “Esperanza del Mar Primero”, de Ricardo Fuentes e Hijos, que nos llevó desde el puesto de la Cofradía de Pescadores de Cartagena, hasta el lugar donde se encontraba el atún rojo para ser capturado por un equipo de buzos profesionales.

El atún seleccionado por los buzos y capturado posteriormente para el ronqueo del domingo llegó a pesar 323 kg. Tras su captura e izamiento al barco que realiza estas tareas, los operarios del mismo se abalanzan sobre el atún de una forma milimétricamente sincronizada para realizar las tareas de limpieza y preparación lo más rápido posible para, una vez terminado, sumergir el atún rojo en agua con alta concentración de sal y a una temperatura de -2 grados centígrados para su perfecta conservación mientras se transporta a las instalaciones en tierra para su embalado y refrigeración posterior hasta el día del ronqueo.